
Los tiempos de reuniones dilatorias parecen, definitivamente, parte del pasado. En la larga lucha contra la contaminación ambiental generada por Curtarsa, fueron muchas las veces que el organismo de control a nivel provincial, antes llamado Secretaría de Política Ambiental y hoy Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), intentó calmar los ánimos con promesas de más controles y explicaciones poco convincentes.
La última vez fue en febrero, pero los funcionarios recibieron un duro revés: primero fueron obligados a regresar a Luján con una respuesta concreta de solución. Una semana después, vieron como los vecinos abandonaron el recinto del Concejo Deliberante cansados de promesas de más monitoreos y, luego, como se decidía un nuevo corte de ruta.
La decisión de levantar la clausura que pesaba sobre la curtiembre y aprobar un plan de obras para que la empresa pueda tratar sus barros en la propia planta de la localidad de Jáuregui, terminaron por colmar la paciencia y derramar la última gota de esperanza que se tenía sobre el accionar del OPDS.
Gentileza ASAMBLEA AMBIENTALISTA DE LUJAN.
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