La Asamblea de Vecinos conjuntamente con la Escuela de Guardavidas Club Regatas y excombatientes realizaron esta mañana una jornada de trabajo mancomunado y solidario. Desde temprano, repusieron, soldaron y pintaron las barandas de la compuerta, colocaron carteles alertando la prohibición de bañarse en el río y el peligro a sufrir un accidente que encierra el lugar.
Con el apoyo de vecinos pero sin ningún tipo de respaldo de instituciones gubernamentales ni empresas privadas, los ambientalistas buscaron mejorar el abandonado dique que, según contó uno de los activistas, refleja "10 años de abandono".
Y aunque la fecha puede que no sea precisa, el estado que presenta tanto la compuerta como los recreos de las inmediaciones, evidencia la ausencia de políticas activas por parte del Estado como así también del sector privado para mantener o mejorar un punto de la ciudad que debería ser un atractivo para los visitantes en lugar de una trampa mortal para muchas personas que suelen arrojarse a las aguas contaminadas de río Luján.
Mientras hacían un alto en las tareas de pintura, agradecieron la colaboración del Club de Regatas y de los vecinos Jorge López por el trabajo de herrería sin cargo y su esposa Carmen por la donación de pinturas, lijas y distintos elementos que ayudaron a llevar adelante esta iniciativa definida como "pequeñas obras que hace la gente para lograr un cambio". De esta manera, aseguran que con la fuerza de la comunidad es posible modificar la realidad de las cosas".
Con el apoyo de vecinos pero sin ningún tipo de respaldo de instituciones gubernamentales ni empresas privadas, los ambientalistas buscaron mejorar el abandonado dique que, según contó uno de los activistas, refleja "10 años de abandono".
Y aunque la fecha puede que no sea precisa, el estado que presenta tanto la compuerta como los recreos de las inmediaciones, evidencia la ausencia de políticas activas por parte del Estado como así también del sector privado para mantener o mejorar un punto de la ciudad que debería ser un atractivo para los visitantes en lugar de una trampa mortal para muchas personas que suelen arrojarse a las aguas contaminadas de río Luján.
Mientras hacían un alto en las tareas de pintura, agradecieron la colaboración del Club de Regatas y de los vecinos Jorge López por el trabajo de herrería sin cargo y su esposa Carmen por la donación de pinturas, lijas y distintos elementos que ayudaron a llevar adelante esta iniciativa definida como "pequeñas obras que hace la gente para lograr un cambio". De esta manera, aseguran que con la fuerza de la comunidad es posible modificar la realidad de las cosas".
Gentileza "El civismo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario