Nuestros aliados en Rainforest Action Network, Amazon Watch, y los activistas indígenas quienes forman la Asamblea de Afectados, han estado luchando con fuerza (efectivamente, para sus vidas y las de sus hijos) por años para hacer que Chevron rienda cuentas y limpie su lío; y a principios de este año lograron una gran victoria. En Febrero, una corte de Ecuador falló en favor de las comunidades indígenas y le puso una multa a Chevron de $8.6 mil millones para remediar la contaminación y el sufrimiento que la empresa ha causado a la selva trópical y a su gente.
A pesar de ésta victoria, la lucha está lejos de terminar. Chevron, una corporación mayor que ha favorecido al lucro antes de la vida humana y el medio ambiente en los casos por todo el mundo, ahora está negando a cumplir, diciendo que pagará “sólo cuando el infierno se congele.”
Ésta es una semana crítica en la lucha mundial para la responsabilidad corporativa, los derechos de las comunidades impactadas, y el fin de los combustibles fósiles que enferman a nuestra tierra, la atmósfera, y a la gente. Jamás tendrémos tanto dinero como Chevron, la Cámara de Comercio, ni los demás empresas de combustibles fósiles—pero unidos y movilizados a la acción, podemos ser más poderosos.
Es la hora para estar en solidaridad con la pequeña pero valiente delegación de las comunidades afectadas que ha viajado desde Ecuador para enfrentarse a los accionistas de Chevron en su reunión anual en California ésta semana. Aquí hay un poco de lo que las comunidades quieren decir en ésta linda y desoladora carta (la cual recomiendo seriamente) que se puede leer en completo en el sitio de web de Amazon Watch:
Somos madres de familia. Somos padres que trabajamos muy duros todos los días. Somos abuelos que guardamos muchos recuerdos. Tenemos sangre como todos los seres humanos. Sentimos dolor. Lloramos. Nos reímos. Sufrimos.
No les conocemos a Uds. Nos imaginamos que son iguales a nosotros: con corazones que palpitan, con ojos que aprecian la belleza del mundo que nos rodea, con pies que caminan en el mismo planeta como nosotros.
Hemos escuchado que los Estados Unidos es un país de libertad y democracia; un país donde la gente tiene corazón; un país donde las leyes se cumplen. Por éso, queremos llegar a sus corazones, para que sepan la verdad—nuestra verdad, no solamente “la verdad” de Chevron. Aunque Chevron tiene el derecho de expresar su opinión, no tiene derecho de mentir y seguir matando a más gente en Ecuador. Chevron nos ha envenenado. También ha envenenado la imágen de los Estados Unidos y de sus ciudadanos. Escribimos ésta carta a Uds. en nombre de los miles de afectados en Ecuador; para que puedan hacer algo, y ahora, y demandar que Chevron limpie el veneno que dejo en nuestra Amazonía, y también limpie la imágen de los Estados Unidos y de sus ciudadanos.
Defiende la verdad, defiende la justicia.
http://amazonwatch.org/take-action/send-chevron-a-message